Lecciones Para el Uruguay del No (Parte 1)

Lecciones Para el Uruguay del No  (Parte 1)

El 30 de Noviembre de 1939, 450.000 efectivos del Ejército Rojo cruzan la frontera con Finlandia, dando así inicio a la Guerra de Invierno. La Unión Soviética, con casi 169.000.000 de habitantes, y un ejército  numérica y tecnológicamente superior a  la pequeña fuerza finesa espera obtener una victoria rápida. Las fuerzas soviéticas, recientemente victoriosas en la aplastante invasión de Polonia, piensan poder lograr la ocupación  total del territorio en tan sólo dos semanas; los altos mandos soviéticos incluso le advierten a sus soldados de tener cuidado en su rápido y fulgurante avance y no cruzar inadvertidamente la frontera con Suecia.

Después de todo ¿Qué podía hacer una nación de tan sólo 3.000.000 de habitantes (así es, tan sólo tres millones), sin fuerza aérea, en la cual los nuevos conscriptos no contaban con uniformes adecuados  y en donde las piezas de artillerías mas nuevas eran ya objetos vetustos y obsoletos de la primera guerra? La victoria del gigante comunista parece asegurada.

Pero el conflicto no dura dos semanas, sino tres largos meses durante los cuales los finlandeses le infligen serias pérdidas al ejército soviético (ver recuadro) – ese mismo ejercito que tan sólo unos años más tarde aplastaría la poderosa máquina bélica del tercer Reich.

¿Cómo lo lograron? Con una palabra: “sisu”. Si bien podríamos traducir esta palabra finesa como “coraje “o “valor”, es mucho más que eso. Sisu es una actitud  frente a la vida. Sisu, es la capacidad de plantearse un objetivo y completarlo cueste lo que cueste.  Sisu es la capacidad de enfrentar decisiones duras  y salir adelante contra todo pronóstico.

Nosotros también supimos tener una expresión similar. Garra Charrúa, que le supimos decir.  Pero contrariamente a los finlandeses, nunca la hemos aplicado en serio y ha quedado relegada tan solo a la falsa gloria momentánea que fue el maracanazo. Porque de aplicarla en serio no  tardaríamos tanto en tomar decisiones. Porque de poner garra no tendríamos tanto miedo al cambio. Porque de hacerlo, no encontraríamos tantas excusas, deporte en el cual sí seguimos siendo campeones. Porque de tener garra en serio, no seriamos pobres. 

Pero a uno siempre le dicen que en el Uruguay no se puede porque  tenemos dos vecinos gigantes. Que en el Uruguay no se puede porque no tenemos recursos naturales. Que en el Uruguay no se puede porque no hay tecnología. Que en el Uruguay, sencillamente, no se puede. 

Que fácil nos ha sido rendirnos.

Quizás precisemos aplicar un poco mas de Sisu y un poco menos del Charrúa. Porque hasta que no lo hagamos nos seguirá siendo más fácil encontrar excusas para rascarnos la hinchada panza de nuestra pobreza  al sol mientras nos quejamos de nuestra suerte, que agachar la cabeza y, sin miedo al dolor, embestir al destino como un bagual. 

Al igual que Finlandia en ese invierno del ‘39.

Fuerzas Finlandia                    Unión Soviética
337,000–346,500 hombres 32 tanques 114 aviones	998,100 hombres(en total) 2,514–6,541 tanques 3,880 aviones
Bajas
23 000 muertos 43 557 heridos ~1000 prisioneros de guerra 20–30 tanques 62 aviones	127 000 muertos 265 000 heridos 3100 prisioneros de guerra 3,543 tanques 261–515 aviones